Este es un error muy común que es comprensible y a veces incluso, (tristemente para nosotros los asesores inmobiliarios), inevitable.
No estamos en contra de que tú, como propietario, ejerzas tu derecho a vender tu vivienda como mejor lo estimes oportuno. Sin embargo, te prevenimos: no es tan fácil vender una vivienda como puede parecer a primera vista.
La venta de una vivienda no se reduce a una exposición exhaustiva en los portales inmobiliarios. Hay que conocer el mercado y cómo los compradores tienden a solicitar información.
Y luego tenemos la fase del servicio al cliente, de la visita a la vivienda y de la negociación de la compraventa. No me refiero al precio; sino a saber mostrar el valor de la vivienda que justifica muy bien el precio que se solicita por ella.
No, no es tan fácil vender una vivienda como algunos propietarios creen y eso contando con que sepan al menos promocionar su vivienda en Internet. Los cuales, aunque los hay, son pocos. Si como propietario no dominas el marketing digital te resultará muy difícil vender tu vivienda. Y si no, tiempo al tiempo.
Sinceramente, no me gustaría que formaras parte del grupo de propietarios que, una vez se han convencido de que un letrero “Se Vende” y unos cuantos anuncios online no le han funcionado, llaman a una corredora de propiedades para que les venda su vivienda.
Cada mes recibimos en Ascui Propiedades llamadas de propietarios que han experimentado esta desilusión y ahora no saben qué hacer. A veces no te lo dicen y luego lo descubrimos nosotros, lo cual es peor, porque sus anuncios, (que generalmente están enfocados al comprador equivocado), todavía siguen en internet y saltan cuando alguien busca una vivienda con esas características. Lo cual no ayuda en absoluto a la agencia inmobiliaria.
No es mi intención aquí darte una lección magistral sobre la conveniencia de utilizar un buen asesor inmobiliario para vender tu vivienda. Sé que si ya has intentado vender tu vivienda directamente es porque, o bien querías intentarlo, (con todo tu derecho), a ver cómo funcionaba o porque no te fiabas mucho de aquel agente inmobiliario que vino a ver tu vivienda o simplemente no confías en ninguno de nosotros.
En cualquier caso, tu actitud es perfectamente comprensible. Un error que ha retrasado la venta de tu vivienda, pero un error que tiene solución.
La solución no pasa por elegir a un agente inmobiliario o agencia para que te ayude en la venta de tu vivienda; sino en seleccionar el asesor inmobiliario que tú necesitas. Por supuesto, quieres el mejor asesor o agencia inmobiliaria en el mercado, pero eso tiene un costo que se traduce en:
1.- Saber buscar el asesor inmobiliario adecuado.
2.- Tiempo a invertir en buscar el asesor inmobiliario adecuado.
3.- Paciencia para que tu asesor inmobiliario haga su trabajo antes
de poner tu vivienda en el mercado.
La pregunta obvia que posiblemente te estarás haciendo ahora es “¿Y cómo distingo a un buen asesor, a un asesor profesional que me ayudará a vender mi propiedad rápido y por el mejor precio?”.
La respuesta a esta pregunta es sencilla y no creas que la respuesta que te voy a dar es porque no quiero comprometerme. Simplemente es así de sencilla; “Lo sabrás tan pronto conozcas al agente inmobiliario”. Los asesores inmobiliarios profesionales actúan, hablan, se comportan y trabajan de forma diferente. ¿Cómo? Ya lo comprobarás cuando los conozcas.
Vender una propiedad por tí mismo
Vender una propiedad puede ser un proceso complejo, pero aquí tienes algunos pasos generales que podrían ayudarte. Vender directamente tu propiedad es un trabajo solitario y limitado en recursos y medios. Sin tú saberlo, sólo con la descripción y fotos de tu vivienda, puedes estar retrasando la venta. Y sin hablar del precio… eso ya es un temazo.
A veces algunos propietarios ponen en el mercado sus viviendas a un precio bajo e incluso a ese precio se tardan en vender. Este hecho es más común de lo que se cree. Un buen asesor inmobiliario puede conseguir vender esa vivienda a un precio superior y venderla más rápido.
En otras ocasiones algunos propietarios ponen en el mercado sus viviendas a un precio demasiado alto porque saben que recibirán ofertas y no quieren castigarla. Pero ese error puede llegar incluso a que potenciales interesados ni siquiera lleguen a ver tu propiedad.
Si pretendes vender tu vivienda personalmente, por favor, hazte primero estas preguntas:
✓ ¿Soy consciente de la ardua labor que me propongo?
✓ ¿Cómo determino el precio de mi propiedad?
✓ ¿He preparado un estudio de mercado?
✓ ¿Cuánto tiempo voy a dedicar cada día a la venta de mi casa?
✓ ¿He pensado cómo voy a darle la mayor divulgación?
✓ ¿He preparado un plan de acción de venta específico?
Y considera estas otras:
✓ ¿Estás familiarizado con el proceso de calificación de compradores potenciales?
✓ ¿Conoces el tipo de cliente que visita tu vivienda? ¿Es realmente un comprador o sólo un curioso?
✓ ¿Puedes ayudar al comprador en el proceso de financiación?
✓ ¿Estás dispuesto a acompañar al comprador en todo el proceso burocrático que supone la compra de una propiedad?
✓ ¿Cómo sabrás que el precio que te ofrece el comprador es el máximo que puedes obtener por tu casa?
✓ ¿Quién va a realizar la parte burocrática de la gestión: propuesta y cierre del negocio, promesa de compraventa, tramitación del crédito hipotecario, revisión de escritura de compraventa, acompañamiento a las partes en todo el proceso y seguimiento en el conservador de bienes raíces, entrega de la propiedad con su respectiva documentación?
En resumen, no acudir a un asesor inmobiliario profesional puede demorar de manera significativa el proceso de venta de tu vivienda.